Cecilia Tait

Tras la Partida de Man Bok Park

La Zurda de Oro

Cecilia Tait, la mejor voleybolista peruana de todos los tiempos, y una de las discípulas del gran Man Bok Park, expresó su dolor por la muerte de su maestro, y recordó que la apoyó en los duros momentos en los que a ella se le diagnosticó cáncer.

Cecilia Tait se encuentra en Florida, Estados Unidos y, cuando se enteró que “su padre” había fallecido, quiso tomar un vuelo de retorno, pero no encontró ninguno que la trajera a tiempo. La Agencia Andina pudo ubicarla, y nos brindó la siguiente entrevista exclusiva:

¿Cómo te encuentras, Cecilia? Una pena que no puedas llegar a tiempo para despedirte del profesor Man Bok Park

Ya había postergado mi pasaje y no podía reprogramar la visita que tenía programada con mucha antelación a mi hija, que estudia en Florida. Llegando al aeropuerto mi otra hija, la mayor, me llama y me da la noticia. Quise comprar un pasaje de retorno pero no había cupos hasta hoy en la noche cuando a esa hora su cuerpo ya estaría cremado.

¿Cómo has tomado lo sucedido?, imagino que debes estar muy dolida

Decirle adiós a una persona que parecía invencible, es muy difícil. Es como si se hubiese muerto tu papá, tu ídolo, tu súper héroe. Y tu no quieres aceptar que una persona a quien viste tan poderoso, tan fuerte, tan exigente. Y decirle adiós a una persona como él es muy duro. Despedirte de tu héroe es muy difícil. Siento que el universo me está diciendo, Cecilia quiero que lo recuerdes así: fuerte, imponente, y no así, de esta manera tan dura, ya que hubiese sido más doloroso verlo en un ataúd.

“Usted nunca se ha rendido…”

¿Cómo era tu relación con él?

Hace dos años, le dije, te quiero. Gracias por todo. Eres el padre que nunca tuve. Y él se puso a llorar conmigo. Además, cuando me dio el cáncer, me llamó y me dijo: “usted nunca se ha rendido y ahora no te puedes rendir”.
Cecilia Tait no puede evitar el llanto al recordar lo que Man Bok Park le dijo cuando se enteró de su enfermedad-. Me dijo que él no podía aceptar que yo me muriera. Pero cómo es la vida, él se fue antes que yo. Perdóname, no puedo hablar. (Llora, nuevamente. Luego de unos segundos, continuamos con la entrevista)

¿Qué más te dijo cuando se enteró de tu enfermedad?

El me dijo que iba a mandar a traer desde Corea, algas marinas para curarme del cáncer. Y que me iba a castigar si yo no me levantaba de la cama. Y me hacía reír. Me dijo también, que él sabía que yo era muy poderosa, y que no iba a aceptar que me rindiera.

Imagino que ambos tendrán incontables anécdotas?

El 22 de octubre del 2016, cuando él ingresó al Salón de la Fama de Voleibol en EE.UU, fuimos un grupo de chicas que estuvimos en las Olimpiadas de Seúl, para acompañarlo en la ceremonia. Antes de ir, nos llamó por teléfono y nos dijo: “Chicas, hoy es mi noche, pónganse bonitas. No quiero vestidos feos”, y nos hacía reír. A Rosa García no le gustaban los vestidos, y ella le dijo “pero no he traído medias”, y el le contestó, “entonces cómprate”. Y salimos a comprarle medias a Rosa en los Estados Unidos con Gaby Pérez del Solar y Natalia Málaga, fue un chiste esa compra de medias para Rosa.

Entonces, ¿era una persona risueña?, porque todos lo recordamos con el rostro adusto, más serio y correcto que divertido.

La verdad, es que nunca en mi vida lo había visto tan feliz como esa noche. Él estaba muy contento de vernos allí, incluso nos separó asientos “esos asientos son para mis chicas”, él se sentía dueño del mundo hasta el último. Nos encontramos luego de la ceremonia, y me dijo: “Yo te dije que ibas a estar bien”.

Y la relación con todo el grupo también era cercana, por lo que sabemos ¿Cómo crees que veía el resto de tus compañeras al profesor Park?
Esto es lo más duro que nos ha podido suceder no solo a mí, si no a todas sus chicas. Un hombre tan poderoso como él. Para nosotras él era un súper héroe. Y tenía todos los poderes. Porque de verdad, cuando tú eras una chiquilla ves a una persona tan inalcanzable. Era un respeto total. Cuando hablabas con él, balbuceabas con su sola presencia. Era un respeto, admiración tan grande que intimidaba.

Si te pidiera que elijas un momento, ¿Cuál sería?

En esa oportunidad en el Salón de la Fama en los Estados Unidos, recuerdo que cuando llegué, un poco retrasada, me llamó la atención y me dijo: “¡Usted capitana! ¡Usted llegar siempre primero que el resto! ¡Usted representa a Perú! ¡No llegando tarde!”, y me lo decía serio. A mí me daba risa, pero no podía reírme. ¡Era el año 2016! Y yo le dije ocultando la risa “¡Pero, Mister Park, nosotras ya no jugamos vóley!”, y el me contestó: “Ustedes siempre serán mis chicas hasta el día de mi muerte”, me quedé helada, y solo pude decirle, “lo que usted diga Míster Park”. “Andina”

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